Luchas Obreras

La precariedad en seguridad laboral, producto esto de un modelo en el que el patrón (capital) con su conducta extractiva de plusvalía no duda en asesinar a obreras/os con tal de incrementar su tasa de beneficios.

El gobierno socialdemócrata del PSOE-UP, al servicio de los intereses del capital oligárquico, a través de instrumentos políticos y legislativos ha aprobado una serie de medidas que, como objetivo principal, tienen el asegurar que la oligarquía financiera, la del estado y la foránea, no vean resentidas sus ganancias y si es posible, que las aumenten engordando sus cuentas de resultados. 

Todas las medidas que el gobierno adopta no combaten el interés principal del gran capital de que las pensiones en un futuro cercano estén privatizadas, ni tampoco cumple con la recomendación de vincularlas a los presupuestos generales, ni sitúa la necesidad de un aumento de las pensiones hasta los 1.084€ como recomienda la carta social europea. Todas las medidas y leyes aprobadas o secundadas de gobiernos anteriores abren la vía a la reforma del Sistema Público de Pensiones para una total privatización. Por mucha etiqueta de progresista con que este gobierno se autodefina, se continúa y profundiza en la senda privatizadora que los gobiernos del capital, sean del signo que sean, vienen desarrollando desde hace décadas.

Se atribuye a Bertolt Brecht la frase “¡Qué tiempos serán los que vivimos que hay que defender lo obvio!”. Algo que, sin duda, fue una aplastante verdad en el momento histórico que le tocó vivir continúa siendo cierto. Nada es más obvio que el hecho de que la clase trabajadora es la que lo produce todo: alimentos, productos industriales, servicios, infraestructuras, transporte de personas y mercancías, telecomunicaciones, educación, sanidad, investigación,… ¡TODO, absolutamente TODO! Sin la clase obrera no se mueve ni un solo engranaje, sin nuestro trabajo desde el pequeño tendero a los consejos de accionistas de las grandes empresas dejarían de obtener siquiera un euro de beneficio.

Que la negociación colectiva no está en manos de las y los trabajadores parece evidente cuando ya no hay casi asambleas y cuando las hay son para contar lo firmado. Los sindicatos mayoritarios han optado por ejercer de representación de la clase obrera a pesar de la clase obrera, o eso deben pensar. Hace años, las plataformas de los convenios las elaboraban las y los delegados con participación de las plantillas en las asambleas que se convocaban. Era el camino para implicar en la lucha y defensa de los intereses colectivos que supone la negociación de un Convenio.