Baix Vinalopò - Elx

El pasado 9 de abril, los Comités para la Unidad Obrera del Baix Vinalopó realizaron una pegada de carteles por toda la ciudad de Elche, denunciando los múltiples EREs que se han anunciado recientemente en la comarca.

En particular nos hacemos eco de los conflictos en los supermercados DIA, en la marmolera Levatina y en CaixaBank que, de no atajarse pronto, provocarán despidos masivos en sus respectivas plantillas.

El pasado 9 de abril se reanudó, por parte de los Comités para la Unidad Obrera del Baix Vinalopó, la pegada de carteles en apoyo al sector del aparado.

Con este documento denunciamos la situación en la que se encuentra dicho colectivo, formado eminentemente por trabajadoras, destacando los perjuicios que conlleva la economía sumergida, tanto a nivel estatal como local (fraude fiscal y laboral, desprotección económica y social, condiciones laborales severamente mermadas,…).

El Comité para la Unidad Obrera del Baix Vinalopó ha comenzado en la primera pegada de carteles y reparto de panfletos, denunciando la situación del sector de las aparadoras. En estos documentos se pone de manifiesto los perjuicios que esconde la economía sumergida, dando un panorama general de la misma en el Estado español, haciendo hincapié en la provincia de Alicante y denunciando la situación concreta en la que se encuentra el sector del aparado en la ciudad de Elche.

La cifra de muertes en el seno de la Clase Obrera aumenta año tras año en beneficio del empresario. Desde los Comités para la Unidad Obrera evidenciamos este incremento, que ya supone un promedio de alrededor de dos muertes al día.

En todo el Estado hay aproximadamente 23.000 profesoras/es universitarias/os con contratos de “Asociado”. Según la Ley, el profesorado asociado está formado por “profesionales de reconocido prestigio que aportan su experiencia” y deberían impartir asignaturas relacionadas con su especialidad laboral. Pero la realidad es bien distinta. En los últimos años el Gobierno no permitió a las Universidades sacar plazas de profesorado suficientes para cubrir las necesidades docentes, disparándose el número de contratos de asociados a la vez que se pervertía la propia figura: una buena parte de las/os asociadas/os carga sobre sus espaldas con gran cantidad y variedad de docencia a cambio de retribuciones de miseria (entre 400 y 600 € mensuales). En otras palabras, las Universidades utilizan al profesorado asociado para abaratar plantillas a costa de su precarización.